En marzo de 1917 el zar Nicolás II abdicó del trono de Rusia.  El gobierno provisional comenzó negociaciones con la corona británica para el exilio de la familia real y así poner a salvo sus vidas. Pero al igual que Francia, el rey Jorge V de Inglaterra, primo del zar Nicolás II, también rehusó ayudarle. Poco importó que la emperatriz Alexandra, esposa del zar, fuese la nieta preferida de la Reina Victoria.

¿Temió el rey de Inglaterra un contagio de las ideas revolucionarias en su país si daba asilo a la familia imperial rusa?

En julio de 1918 los bolcheviques asesinaron al zar, a su familia y sirvientes.  Tras 300 años de historia la dinastía Romanov llegaba a su fin.

Este documental nos  traslada a las afueras de Ekaterinburgo, al bosque donde tuvo lugar este trágico suceso que marcó la historia de Rusia, y donde permanecieron los restos de la familia imperial hasta la caída de la URSS en 1991,  cuando por fin se pudieron exhumar.

En el año 2000 la iglesia ortodoxa canonizó al zar y su familia.